La terapia colónica es un efectivo tratamiento natural de desintoxicación corporal utilizando agua para depurar el intestino grueso. 

El colon es el primer órgano que se encarga de eliminar los desechos del cuerpo. Es vital que funcione de forma regular y correcta.

Una mala alimentación, el uso de conservantes, colorantes, el abuso de medicamentos y laxantes, el estrés, la falta de ejercicio provocan desórdenes que afectan a nuestro aparato digestivo e influyen sobre el equilibrio de la flora intestinal y del sistema inmunitario. 

Cómo se realiza

La hidroterapia de colon es un tratamiento seguro, natural, cómodo, higiénico y efectivo que consiste en un lavado profundo del intestino grueso mediante la irrigación de agua filtrada y purificada a 45 grados (temperatura de los órganos internos) a través de una cánula de 6mm.

Se realiza en un consultorio con una camilla diseñada para el tratamiento en donde el paciente se recuesta cómodamente.
La terapeuta permanece junto al paciente por unos momentos viendo que todo marche bien y lo deja realizando a sesión en su intimidad.

Duración

Consiste en un ciclo de trés días (3 sesiones) ideal que sean consecutivos. La duración es de 45 a 60 minutos.
Se recomienda a una persona aparentemente sana un tratamiento completo cada 6-12 meses para mantener una higiene intestinal en perfecto estado, pero se debe individualizar la frecuencia según las diferentes indicaciones y los resultados obtenidos.

Beneficios

– Promueve la energía vital.
– Reduce la inflamación sistémica de tu cuerpo.
– Activa el sistema parasimpatico aportando claridad mental.
– Desintoxica la sangre.
– Mejorar y desintoxicar tus órganos; no olvides que la piel es el mayor órgano que poseemos.
– Desparacita.
– Reduce azúcar en sangre. 
– Fortalece el sistema inmunológico.

Contraindicaciones

Si bien es una terapia sin riesgos en algunos casos recomendamos no realizarla:
– Cirugía abdominal o de colon recientes (menos de 1 año).
– Diverticulosis o diverticulosis aguda.
– Colitis ulcerativa.
– Hemorroides sangrantes.
– Enfermedades de Crohn.
– Problemas rena
– Perforaciones intestinales.
– Hernias prominentes.
– Embarazo.
– Enfermedad cardiaca grave.
– Cáncer de recto o colon.  

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